6 consejos para mantener una relación perfecta
Divertirse juntos y separados

Aprende a comunicarte
Algunas personas confunden comunicarse con hablar demasiado, no se trata de la cantidad sino de la calidad. Una buena comunicación requiere de que ambos se esfuercen por manifestar sus pensamientos y sentimientos de forma adecuada, por escuchar al otro con interés genuino. Una pareja sana es aquella que además consigue entablar una buena amistad.
La clave es confiar
Los celos excesivos y la desconfianza son dos grandes enemigos de las relaciones de pareja saludables. La confianza se gana y si estamos junto a alguien que no la merece lo mejor es acabar con la relación antes de minar nuestra seguridad y autoestima, lo que nos conducirá a nunca conseguir mantener una unión equilibrada.
La importancia de la tolerancia y la paciencia
No hay nada más desgastante para una relación que el constante deseo de una de las partes por hacer que el otro cambie. Los cambios en una relación se producen solo cuando se desea hacerlo genuinamente y aunque no es tarea sencilla tolerar los defectos de nuestra pareja es necesario hacerlo de forma paciente. Resulta muy importante aceptar al otro como es y respirar profundo antes de crear una tormenta en un vaso de agua con pequeños problemas que no lo merecen.
Comprensión

Respeto
En cualquier tipo de relación personal el respeto es básico y cuando se trata de nuestra pareja mucho más. Se debe crear un vínculo en el que ni siquiera en los momentos de más ira nos atrevamos a faltarle el respeto al otro, esto es mutuo y es una de las bases de una relación saludable. Amar al otro implica también respetarlo.
8 ‘pecados’ que debes evitar en tu relación
“Toda relación de pareja, importante o de largo plazo, abarca cientos de problemáticas, algunas superficiales y de fácil detección, y otras profundamente escondidas y nunca expresadas en voz alta”, señala en un artículo de USA Today.
“Incluso, en el segundo caso, para mí como especialista es fácil ver, al pasar tiempo con una pareja, que quizá ha caído en uno de los grandes problemas de las relaciones y parece no poder encontrar la salida”, señala.
“Muchas cuestiones se ven ignoradas, pasadas por alto o enterradas por el ajetreo diario del trabajo, la difícil crianza de los niños que no deja tiempo para la conversación o porque un cónyuge teme a la confrontación”, señala Kaiser.
“Sin embargo, hacer a un lado los problemas sólo provoca que se acumule un gran montón de ellos… y con eso se tropezará más tarde. Sólo podrás sacarle la vuelta a ese crítico montón durante un tiempo, porque en algún momento uno de ustedes o ambos explotará”.
Ella aconseja a las parejas que cuando no dejan de darle vueltas a algo sobre su relación o cónyuge y les molesta, evalúen si es importante o no. Si es un asunto pequeño, hay que dejarlo o desahogarse con alguien.
“Si es importante, hay que encontrar tiempo para abordarlo de inmediato y de una manera tranquila. No hay que esperar a que finalmente exploten los meses o años de ira reprimida. Hay que lidiar con el conflicto cuando éste se presente”, recomienda.
Una queja muy común que escuchan los especialistas cuando atienden a parejas es que su cónyuge no los escucha.
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